No importa cuantas manos te acaricien,
ni en
cuantos brazos confíes tu dolorido yo.
Quisiera
que desees que nunca encuentre lo que estoy buscando,
y que
mientras te dejo ser quien eres,
me
dejes ser quien soy.
(Ojalá alguien que no ostente mi sangre,
perdonando mis faltas,
intuya quien soy o quien he sido.)
(Ojalá alguien que no ostente mi sangre,
perdonando mis faltas,
intuya quien soy o quien he sido.)
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