La desgracia se le enreda en el cuerpo desde
siempre.
No hay memoria de otra suerte.
Madreselva que deviene en cuero negro.
( El amo blanco hinchado de vino cabecea en la
hamaca.)
El látigo le incendia la carne derritiendo la
sangre.
Yacen los insectos aplastados por el calor.
Los tambores retirados gotean la idea estéril de la
independencia en la isla.
( El amo blanco mira buscando con ojos llenos de
lujuria.)
La vegetación carnosa esconde a Papá Ghede
que fuma sin dientes,
que sonríe,
que le tiende la mano.
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