lunes, 31 de octubre de 2016

Sangre




Descifra que nada es para siempre, ni es tan honda la tragedia. Si necesitas ayuda, recurre a los millones de héroes anónimos que como tú, todos los días pasan las calles, buscando.

Porque todos estamos perdidos cerca del deseo, cerca de la esperanza inagotable. Puedes preguntar lo que quieras, siempre y cuando lo pintes con tu sangre y lo abandones después al viento. Vas a encontrar siempre que busques con las manos abiertas, y no escondas cualquier herida universal que haga río en tu piel. Con los ojos rasos, perdidos de rumbo y anegados de soledad. 
A la vuelta de todas las esquinas estamos buscándonos, para encontrarnos.







miércoles, 26 de octubre de 2016

Alborada




- ¿Sabes algún poema para cantar en la mañana?

- Si. Escribí uno para ti.

- Cántamelo, te lo ruego…



El sol es una abeja
que entra por la ventana,
lame tus ojos negros
llenos de madrugada.

Antes que alborear
prefiere anidar contigo,
hacer ovillo tus piernas
anclándose en la cama.

Ni el sollozo de un huérfano,
ni la tela de una araña,
ni la música del puerto,
ni la muerte en una barca.

Aferrado a tu cadera
va cerrando la ventana,
internándose en tu sexo
resuelve abrigarte el alma.



- ¿Puedo quedármelo?

- Claro, es tuyo.

( Deja lo que estés haciendo, y ven ahora a buscarme.)





jueves, 20 de octubre de 2016

Reflejo




Deslizándose como hormigas que rasgan seda, instiga miradas fugaces, de espejo a espejo, para encontrar aquel fragmento faltante en el reflejo. 

El polvo aumenta en los rincones. Sabe que el enigma que lo desampara permanece en su mente.


Hastiado de estar buscando, elige cada tanto, repetirse en esa mujer.







martes, 11 de octubre de 2016

Canción de la noche mala




Cae la noche avispa
sobre un puente desvelada
Guarda llanto perdido
súplica de voz sin alma

Baila la niña hermosa
sobre el techo de una casa
Abraza un pájaro muerto
le cose alas de plata

Los animales con alma
se asoman a la ventana
La luna que nunca duerme
mastica sola en la plaza

El río bajo el puente
es mortaja de un ahogado
Solloza su aliento negro
de retazos y de algas

Tú te escondes en los huecos
en el aire perturbado
Mientras tanto voy juntando
peces blancos, y naranjas



Por conocerte no duermo
¡ Ay, que espera tan larga !
Silencio y agonía.
Habla te lo ruego 
y dime que al fin me amas.


(Alguien, me lee en Francia)