Descifra que nada es para siempre, ni es tan honda la tragedia. Si necesitas ayuda, recurre a los millones de héroes anónimos que
como tú, todos los días pasan las calles, buscando.
Porque todos estamos perdidos cerca del deseo, cerca
de la esperanza inagotable. Puedes preguntar lo que quieras, siempre y cuando lo
pintes con tu sangre y lo abandones después al viento. Vas a encontrar siempre
que busques con las manos abiertas, y no escondas cualquier herida universal que
haga río en tu piel. Con los ojos rasos, perdidos de rumbo y anegados
de soledad.
A la vuelta de todas las esquinas estamos buscándonos, para encontrarnos.
A la vuelta de todas las esquinas estamos buscándonos, para encontrarnos.