sábado, 26 de marzo de 2016

Despedida





En mis ojos se tejen los tuyos mi niño eterno.

Pero la puerta siempre está entreabierta
a los relámpagos,
a mirar el mar,
a cualquier serena sentencia.

Puedes acariciarme el pelo en tus sueños,
o exhumar recuerdos y escalar el llanto.

No hagas de tus lágrimas deshechos,
y llévame siempre en tus ojos
tejiendo en el viento.




Sigfrido y el Dragón




El horizonte envuelve a Sigfrido, violento de acero, ansioso de sol.
Mutila las cenizas de pájaros enfermos en vastas hogueras, en noches de insomnio.
Mientras tanto el Dragón, ermitaño de escamas y cuero, duerme en el exilio y sueña dulce, muy dulcemente…










Sueña la muerte




Sueña la muerte,

con semillas de noche a la luz de unas velas
con carabelas doradas y espirales de agua
con vientos que soplan en redes de albahaca
con la ruina del deseo en cuevas de amor rancio
con la armonía falsa de tus párpados falsos
con el mar ancho de mitologías y estatuas
con el agua sin ruido que moja los techos tiernos.

Murmura y se arrastra
en la niebla sepulcro
de la madrugada helada.

Esperando a la muerte
sola en el destierro
duerme naufragada.





Lagarto amarillo




El lagarto amarillo insiste en la arena
el viento le olfatea la piel
como semillas de calabaza verde
( es tierno por dentro aunque seco por fuera )

El lagarto amarillo insiste en la arena
y llora lágrimas de amarillo tristeza
( ni siquiera la luna le enciende una vela )
( el tiempo no duerme pero mastica tierra )

El lagarto amarillo se esconde en tu lengua
quiere descansar un rato al menos
soñar que sonríe y que alguna vez llega
( pero está más solo que nunca )
( ni una mariposa negra para cristalizar su pena )

El lagarto amarillo se hunde en tu lengua
tu lengua de amianto lo estrella en la arena
busca las olas con patas de hormiga
y encuentra silencio y transpira tristeza

Pobre lagarto amarillo, se hunde en un hueco
de olvido, y saliva y de tiempo tristeza
y arriba y abajo y arena y arena.







viernes, 18 de marzo de 2016

Haiku




cuarenta y tres años después
sigo sin saber adónde caerá
la primera gota de lluvia