viernes, 31 de julio de 2015

Olvido




He sido condenado al olvido,
desterrado a la madrugada.
Forzado a soñar sueños vacíos
y a despertar sin mitologías.

Siento el triste llanto de los lobos,
que desemboca triste en mi ventana.
La melodía lúgubre de la muerte
que refleja la luna débil en los cristales.

El desaliento, me obliga a los límites
descorazonados de una cama vacía.
En la sombra de los estantes se 
refugian los libros que jamás serán leídos.

( El frío y la nada se me han hecho costumbre.)
( Me duele el eco del dolor fatigado.)

Y sin embargo uso el instante,
para preguntar dónde me esperan tus ojos.

En qué garganta se esconde tu íntimo roce,
y tu risa serena, que silencia las voces.






Buenos Aires Tango




Extraño tus bares, tus calles...

Aquel que no sabe de tu gloria, 
habla solo de tus pesares.

Te juzga sin conocerte,
sin haberte caminado.

No son capaces de leerte,
y no conocen tu pasado.

No les hagas caso, 
no pueden con su fracaso.

Quedáte así, 
altiva, fría,
cálida y cercana.

Faro de barro,
París de los pobres.

Latiendo inmensa y
estampada de estrellas.


Palpitemos juntos, Buenos Aires, 
para no sentirnos tan lejos.









domingo, 26 de julio de 2015

América latina (canción)




Tantos ríos, tantas cumbres eternas.

Selvas, pampas, desiertos

y estrellas como luciérnagas.

Mareas azules, quebradas,

valles, montes y cañones.

Glaciares y nubes

silentes canciones.


(Y sin embargo, siendo multitud estamos solos.)

Ay nosotros, los hombres...
Pudiendo ser luz elegimos ser sombra.

Que destino inmenso el nuestro
y que pequeños que somos.


Ay nosotros, los hombres...
Pudiendo ser luz elegimos ser sombra.

Que destino inmenso el nuestro
y que pequeños que somos.





martes, 21 de julio de 2015

Maleficio




Desdoblado, me asomo a veces a lo que fue. Son instantes apenas, donde me asumo como ese cúmulo de decisiones, que me sientan hoy frente a los ojos que todo lo ven, que todo lo saben. 
Mis ojos.
(Es parecido al sobresalto del teléfono que suena en la madrugada vacía. Si has amado lo suficiente sabrás a que me refiero.)

Los ojos vieron más allá de mil y una noches. Estuvieron atentos en el ágora, percibiendo arcanos y conocimientos vedados. El desgaste  de tantas eras, erosionaron al cuerpo, que abandonó lo aprendido.
(Los olores de los países rescatan momentos olvidados.)

Los sentidos aciertan profecías y desentierran recuerdos. 
No hay manera de aferrarse a la costumbre.

Hay que dejarse llevar y confiar en la sabiduría genética del instinto. 
Quebrar el maleficio, proclamarse libre y por vez primera, asomarse al mundo.








sábado, 18 de julio de 2015

Deseo




Más allá de las últimas hojas, donde el cielo es únicamente azul, me están esperando.

Cuando haya descansado lo suficiente, volveré a nacer.

Un poco más sabio. Un poco menos torpe.


Ojalá vuelvas a elegirme.





2012




Al principio la oscuridad era plena, sin orden. Las lágrimas calientes, incesantes.
Ahogándose, adivinó que eran congojas acumuladas a través de siglos.
Mientras la ilusión del tiempo iba acomodando pesados estantes, sus pensamientos fueron ordenándose.
El primer espasmo de tristeza fue una interminable espiral de espacios vacíos, recorridos una y otra vez. 
La tristeza cedió en una melancolía brutal.
Fue entonces cuando empezó a imaginar destellos y transformó su aliento en palabras. Se animó más allá de los rincones y entendió que estaba sólo. Adquirió conciencia del universo y lloró con el alma, por vez primera.

Todavía espera, arropado en un capullo de paciencia. Espera tímido, pero cierto.
Espera asomarse implacable y eterno, mientras teje la risa pura de su transformación final.  







Un evento monumental




Es una tarde tibia de colores profundos.
En el aire se mezclan los perfumes de las plantas del vivero.

No llegamos a almorzar, justo en ese proceso tan familiar de poner la mesa, suena el teléfono.

(Tenía el espacio justo y la privacidad necesaria.)

Sucede simplemente, como todo lo demás.  
Nos deja un poco más solos, sin su corte sereno.

El cielo bien azul, algunos pájaros cantan en el estacionamiento de los eucaliptos. 
Una nube grande se mueve despacio, más arriba del horizonte.

El resto sigue igual.

La farmacia, la panadería, gente pasando, autos.

Mi padre “se me ha muerto como el rayo" 
y lo extraño.