estoy harto de mi reflejo y de la jaula en la que me repito en la
oscuridad en este mundo ínfimo rutinario bastardo estoy
cansado de arrastrarme con sangre en las uñas por laberintos empinados necesito
aire revolución cambio no concibo seguir envejeciendo así no pienso tolerar ni un
solo gramo más de mierda.
martes, 25 de abril de 2017
domingo, 16 de abril de 2017
a nosotros bipolares y locos
no teman aquellos tristemente pesimistas
no tengan pavor a las melancolías
maníacas
nunca se abstengan de naufragar en
la luz
nunca dejen de aullarle a la luna
( hay sentido en el dolor
expiación en la búsqueda )
en la razón de tu sed
encuentra el sabor
y la medida justa
de agua
viernes, 7 de abril de 2017
Inequívoco
Ya no quiero la vida a cuenta gotas.
Cada instante que se fragmenta
me acerca más al momento inexorable de la partida.
Siento, inequívoco, que vuelvo a ser torrente
Eso mismo que alguna vez fui,
y que habiendo desamparado,
jamás abandoné.
jamás abandoné.
sábado, 25 de marzo de 2017
Para Dante
Somos eternos hijo,
como la lluvia que se precipita en agua.
Aunque sea apenas instante
el camino del río,
manifiesto de cielo
que en el mar se desangra.
Yo voy a estar siempre hijo
en tu pensamiento transparente,
en el viento que traza la curva,
en los abrazos velados.
No hay desarraigo posible,
no hay patíbulo,
relámpago,
desgarro.
Mientras no sea lápida
o ceniza abstracta,
mientras le grite el gallo
a la madrugada helada.
Yo voy a estar siempre hijo
en el umbral permanecido,
esperándote y esperando,
para arrancarte de la nada.
lunes, 6 de febrero de 2017
Final
Basta de amores cansados.
Basta de horizontes verticales.
a mares muertos y desiertos.
Enterremos estos retazos
en un olvido lleno de dientes,
y vivamos en presente.
Basta de lunas tristes
que vuelcan pena mojada.
Basta de sentencias,
y rutas vacías a nada.
Que la muerte y la fortuna
nos dejen vivir un rato.
Tanto dolor navegado
tiene que servir de algo.
tiene que servir de algo.
Llenemos nuestras velas
de aire nuevo, y vámonos.
Vámonos, hacia ese otro lado.
sábado, 21 de enero de 2017
Esencia
Cuando era niño, sabía lo hermosa que es la noche.
Podía escuchar las gotas de lluvia entre las hojas secas.
Sentía el vigor tibio de la tristeza humana.
Cuando era niño, sabía lo dulce que es respirar el soplo del mundo.
Me mantenía sereno y simple, vasto y diminuto.
Ahora recuerdo todo lo que sabía
cuando era niño
Esa ternura indecible
que palpita en el asombro
que palpita en el asombro
La dulzura inevitable
y el amor infinito
miércoles, 11 de enero de 2017
deseo
quiero escuchar ese pasaje
entre penumbras y humo.
sentir las voces solitarias
bajo el influjo lunar.
buscar la sombra vaga de su semblante
en los libros que aún no he leído,
y abrazar el mundo en cada gota.
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