Para Umberto Eco
Se detuvo el péndulo.
Se llenan de sombra los rincones.
Se arrastran las arañas tramando polvo.
La clepsidra seca,
mide un tiempo más vano.
Se deshacen sueños
y se cierran puertas.
No entiendo esta muerte
que dispersa tristeza.
Se desvanece en susurros,
llanto estrellado de tierra vieja.
Queda la eterna mitología,
principio y origen
que encierran sus letras.
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