jueves, 1 de febrero de 2018

"Necio, esta noche vienen a pedir tu alma..."




La guerra más cruel que atañe al hombre
no se libera contra el reino vecino,

ni contra intereses ajenos,

ni sobre lo que cree
son sus semejantes en usos y costumbres.

La libera contra sí mismo.

Las verdaderas víctimas son sus hijos, aquel otro sexo, y lo que designa como afectos.


"Homo homini lupus."


El campo de batalla pírrico
es su egoísmo

y la mal entendida necesidad,
como derecho,

de amar y ser amado.




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