miércoles, 12 de agosto de 2015

Ángel muerto




Hay un cielo donde
acaso termina el cielo,
y un mar de sirenas
que aúllan a la luna.
Espejos que reflejan
cuervos negros,
estrellas, semillas
y gotas.
Nieve tierna que
abraza a los sauces.
Puentes que
tejen las arañas
y pestañas en las
dulces calaveras.

Y esta tristeza de vidrio
clavando mis vértebras,
como un ángel muerto
que deshoja sus alas
bajo mis párpados secos.

-Déjame. Te lo ruego.
¿No fue suficiente? -

Ya déjame recoger mis dientes
y enterrar al ángel muerto.
Déjame cicatrizar en el río,
y cerrar la puerta al salir.





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