lunes, 12 de diciembre de 2016

En la lluvia




Puedo oler el río, por el bajo.

El humo azul se deshace en el vaho de la tarde que se desploma, anclándose en el horizonte. Unos pájaros se deslizan arriba. El río se hace a la mar donde los botes crujen, alumbrando faros en el agua. La noche respira avivando los suyos en el cielo. Se tejen puentes en el aire, jirones, retazos, traman la red.

Tus ojos aspiran transparencias que salen de tus dientes, corrientes tibias.
La tela liviana tiembla alterándote la piel.

Se que tu alma desemboca en el río.

Voy a buscarte cada vez que llueva.





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