sábado, 10 de diciembre de 2016

Tres historias




Las arrugas en las manos son caminos,
ojos hundidos en sal y gris de mar.
Como esos surcos de fuego en la piel.
El caballo pisa, y el pasto crece igual.
El resto es, vanidad histórica,
el vaho de un sexo triste trasnochado,
en los bajos de una casa vieja.
Tabaco amargo trasegado en la piel, 
y cien años, con cien años más,
de infinita soledad.







No hay comentarios.:

Publicar un comentario