El
día cede,
despacio.
El
sol acaricia tibio el mundo.
Se
hace nocturno claro de luna.
El
perro dormita en el pasto fresco.
La
luz es volátil, la brisa es pino y deshace y enreda los árboles que apenas
sacuden.
Un
viejo camina el instante en puntas de pie buscando las hilachas de sol en la
arena.
Vuelve
de pescar en el mar, sin peces,
ni
pescados…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario