viernes, 15 de mayo de 2015

4 am




El insomnio entierra al sueño,
despierto.

El que cuelga de un árbol,
canto ronco de gallo,
ladrido viejo de perro lejos.

El sueño servil, mar de barro constante
que sueña que es mar.

El sueño que soñó dios, cuando se soñó eterno, impronunciable
y su nombre era Dios.


Aunque sueñe con los párpados apretados,
y los puños, y los puños de las manos.

Aunque sueñe vacío de sueño, rotundo sueño solo, soñado sin sueños ni sueño.








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